Mini-reviews: Abigail (2024)

ATENCION. Advierto que esta review contiene SPOILERS de la película. Quién no la haya visto aún, que se abstenga de leer lo que viene a continuación y, si decide hacerlo de todos modos, lo hará bajo su total responsabilidad.

Vamos con una película que se estrenó el pasado mes de abril, pero que he visto recientemente, ya que no pude verla en su día en cines. Además, su carrera en las salas cinematográficas no fue muy larga, ya que fue lanzada rápidamente en digital debido a su pobre resultado en taquillas.

Y es que la película solo pudo recaudar 24 millones de dólares en EEUU y 13 millones más en el resto del mundo, haciendo un total de 37 millones de dólares. Lograba superar su presupuesto de 28 millones de dólares, pero no olvidemos que hay otros gastos, como el de distribución o promoción, por lo que no se puede decir que estos gastos sean muy buenos.

Contrariamente, la película ha tenido críticas muy buenas y también una opinión muy positiva, aunque menos que la de los críticos, por parte de la mayoría del público.

¿Y qué opino yo? Pues a eso vamos.

La película está dirigida por la pareja de directores formada por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, responsables de la curiosa Noche de Bodas (2019) y de la resurrección de la saga Scream en 2022. De hecho, aquí cuentan de nuevo con la actriz Melissa Barrera, protagonista de la mencionada Scream de 2022 y de Scream VI (2023). Aunque, quién de verdad se lleva la película de calle es la niña vampiro que da nombre a la película y que está interpretada por Alisha Weir.

Quiero dejar esto claro para poder expresar la relación de amor-odio que tengo con esta película, la cual me ha entusiasmado la mayor parte del metraje, pero al final ha terminado hasta por cabrearme.

Y es que tenemos una película que no es ninguna maravilla, pero está bastante bien. Está bien dirigida, el guion es aceptable, el ritmo no decae, tienes sus buenas dosis de violencia, sangre y gore, y las interpretaciones de su elenco protagonista, al igual que la dirección de actores; algo muy importante en una película de este tipo, con varios personajes atrapados en un mismo escenario.

¿Cuál es el problema? Pues que en la parte final de la película les da por meter un giro a la trama que cambia por completo el contexto de la película y termina por estropear por completo todo el conjunto. No es un giro como el de Barbarian (Zach Cregger, 2022) que, a parte de sorprender, también mejoraba la película. Aquí ocurre lo contrario, porque ese giro ni sorprende y termina cargándose lo que hasta el momento era una buena película.

Para ser más claros. La película va muy bien hasta el momento en el que vuelve a aparecer el personaje de Giancarlo Esposito -no por culpa de él, ya que tanto el actor como el personaje son muy buenos -. A partir de ahí, la película se va a la mierda, porque la película funciona cuando la niña es la villana, porque la Abigail del título es una villana excelente y da gusto verla cada vez que sale en pantalla, tanto en plan cabrona como cuando finge ser una niña asustada.

Pero luego van y cambian los roles, la niña pasa de ser una villana formidable a otra víctima más y el villano es otro. Si, al menos, este hubiera sido el personaje Esposito, la cosa podría haber funcionado. Pero, no, el nuevo villano es el personaje interpretado por Dan Stevens, un personaje completamente anodino y de lo más insoportable cuando solamente es humano, así que imagináoslo convertido en un vampiro con aires de grandeza; hace hasta parecer bueno el Drácula de Nicolas Cage en Renfield (Chris McKay, 2023), que ya es decir.

El resto de la película sigue igual. Sangre por aquí, sangre por allá… persecuciones por aquí, persecuciones por allá… peleas por aquí, peleas por allá… pero ahora con un villano que no vale una mierda y con lo que había sido hasta ahora una excelente villana echada por completo a perder, al igual que la película. Por poner un ejemplo, esto es como si en el último tramo de La Jungla de Cristal hubieran cambiado a Hans Gruber por el villano de La Junga 4.0.

Pues eso es lo que tenemos. Una buena película de terror que se disfruta bastante, con una muy interesante premisa argumental, un grupo de personajes que funciona bastante bien y una villana formidable, pero que terminan echando a perder en la parte final introduciendo un giro innecesario que, a parte de no sorprender, termina por estropear la película. Una preocupante tendencia que estoy viendo en películas actuales; principalmente, en películas de Netflix, con The Old Guard (Gina Prince-Bythewood, 2020) y Alerta Roja (Rawson Marshall Thurber, 2022) como principales ejemplos.

Desde luego, no sé quién fue el listo al que se le ocurrió meter ese giro, pero metió la pata hasta el fondo y terminó por echar a perder una buena película y una estupenda villana. Si hacen una secuela -aunque, lo dudo, viendo su poco éxito -, ojalá arreglen en estropicio que han hecho aquí porque, de lo contrario, paso de verla.

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